Congreso de EEUU dispuesto a enfrentarse con Obama

Tres meses después del inicio de las operaciones militares en Libia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se prepara para enfrentarse esta semana con el Congreso, donde varios legisladores le reprochan no haber pedido autorización para la intervención.
Por primera vez desde el inicio de los bombardeos en marzo, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, amenazó el jueves con bloquear la financiación de la misión dirigida contra el régimen del coronel Muamar Gadafi.
"El Congreso tiene la sartén por el mango", recordó. En un comunicado emitido el viernes señaló que "esta semana, nuestros miembros analizarán todas las opciones posibles para que la administración rinda cuentas".
Los furiosos legisladores se basarán en revelaciones de este sábado de The New York Times, según las cuales la Casa Blanca ignoró las opiniones de dos abogados de su administración, que estimaron que la intervención en Libia debía ser autorizada por el Congreso, como exige una ley de 1973 sobre "poderes de guerra", que limita las prerrogativas del presidente en caso de operaciones militares en el extranjero.


Este texto --aprobado tras la guerra de Vietnam-- estipula que sin la autorización del Congreso, las tropas estadounidenses deben iniciar su retiro tras 60 días de operaciones en el exterior y culminarlo tras 90 días. En lo que concierne a las operaciones en Libia, ese plazo se cumple el domingo de noche.
Legisladores de ambos partidos se quejan de que el gobierno tampoco respetó la Constitución, que otorga al Congreso la potestad de declarar la guerra.
El gobierno envió el miércoles al Congreso un informe de 32 páginas, en el que explica que la misión estadounidense sólo tiene un papel de "apoyo" a la OTAN. La Casa Blanca aseguró que Obama no había ido más allá de sus prerrogativas ni violado la ley de 1973.
Pero los legisladores no dan el brazo a torcer: el Congreso debió ser consultado.
Incluso el senador demócrata por Illinois (norte), Richard Durbin, muy cercano a Obama, tomó distancia del presidente en este tema. "Creo que nuestro involucramiento en Libia es un asunto que debería ser tratado en el marco de la ley sobre los poderes de guerra", dijo el jueves.
Con ese espíritu, el Senado analizará próximamente una resolución que autoriza explícitamente la operación en Libia, cuyo texto fue elaborado por el demócrata John Kerry y su colega republicano John McCain, al término de largas negociaciones.
El secretario de Defensa, Robert Gates, le dio la bienvenida este domingo en la cadena Fox a la iniciativa y repitió que la administración no había violado la ley. Además, según él, la estrategia de Obama es la correcta porque el régimen de Gadafi es "cada día más débil".
Según McCain, se necesita una votación en el Congreso para respetar la ley de 1973. Por otro lado, el senador critica a su propio partido --y en particular a los precandidatos presidenciales de 2012-- a los que acusa de aislacionismo. "No podemos repetir los errores de los años 30, cuando Estados Unidos no hizo nada cuando ocurrían cosas terribles en el mundo", aseguró el domingo en la cadena ABC.
Paralelamente, una decena de legisladores de los dos partidos presentaron el miércoles una demanda contra Obama para "proteger a los demandantes y al país" frente a la política del presidente en Libia.
La guerra en Libia se hace cada vez más impopular. Según un reciente sondeo de CBS, seis de cada diez estadounidenses piensan que el país no debería involucrarse en el conflicto.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dando un discurso durante una visita a una fábrica en Durham, Carolina del Norte (EEUU), el 13 de junio de 2011. Tres meses después del inicio de las operaciones militares en Libia, Obama se prepara para enfrentarse esta semana con el Congreso, donde varios legisladores le reprochan no haber pedido autorización para la intervención.

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